En el cole tenía una amiga con diabetes que pensábamos no podría realizar el viaje de fin de curso, a los 13 años. Para nuestra sorpresa, tenía su enfermedad bajo control, así logró convencer a sus padres y pudo venirse con el resto de compañeros de clase a Mallorca, donde nos lo pasamos en grande.
La diabetes es una enfermedad importante que aunque no debe impediros realizar un viaje, como a mi amiga, sí conviene una buena planificación para evitar problemas. Aquí os indicamos algunas recomendaciones para viajar con algún miembro de la familia diabético:
Antes del viaje:
– Conviene hacerse un chequeo médico para asegurarse de que la diabetes está bien controlada. Hablad del viaje con el médico para que pueda evaluar los riesgos asociados a la condición física del paciente y al destino. Recordad que es mejor vacunarse de 3 a 4 semanas antes de irse, ya que algunas vacunas pueden afectar a los niveles de azúcar.
– Pedid al doctor que os elabore un informe médico para llevar con vosotros donde se indique el tipo de diabetes, cómo debe ser tratada y qué medicinas utilizáis. Sería perfecto si el informe pudiese estar en inglés, o al menos los nombres genéricos de las medicinas. Conviene llevar el doble de medicación de lo que se usa normalmente.
– Informaros sobre los servicios sanitarios en el lugar de destino, direcciones de hospitales cercanos, qué tipos de insulina están disponibles en la región, etc.
Recomendamos que contratéis un seguro de viaje antes de iros por si hay alguna complicación con la enfermedad. Las facturas médicas pueden ser muy caras en el extranjero.
Durante el viaje:
– Es buena idea aprender a decir en el idioma local soy diabético, necesito insulina y otras frases que puedan ser de utilidad. Las tarjetas de SelectWisely son de gran ayuda, las tenéis con distintos mensajes y en una gran variedad de idiomas a partir de 5,50$ (las envían a todo el mundo).
– Conviene llevar la medicación con vosotros en la cabina del avión. Si usáis equipos electrónicos para medir el nivel de glucosa o para inyectaros insulina, preguntad a la aerolínea si estos pueden ser usados durante el vuelo. En el control de los aeropuertos no os pondrán pega a las medicinas, insulina y jeringuilla si lleváis la receta.
– Recordad que en la mayoría de aerolíneas podéis pedir un menú especial, siempre con antelación. O si lo preferís podéis llevar vuestra propia comida, aunque en algunos países os pueden pedir que os deshagáis de ella al llegar.
– Si tenéis que inyectaros insulina en vuelo, intentad no dejar que entre mucho aire en la botella de insulina, ya que la presión en cabina es diferente a la de tierra.
– Prestad atención al cambio horario para adecuar la dosis de insulina. Comprobad el nivel de glucosa lo antes posible al aterrizar.
– Se recomienda medir los niveles de azúcar con más frecuencia de lo habitual, ya que los diferentes entornos y actividades físicas afectan al cuerpo de distintas maneras.
– Si salís de excursión, no olvidéis llevar siempre algún tentempié. En caso de hacerse alguna herida que se inflame o infecte, conviene ver a un médico.
– Al tomar demasiada insulina, no comer suficientemente, o hacer mucho ejercicio, se puede sufrir un shock. En ese caso, estos son los síntomas más comunes: pulso y respiración rápida, piel pálida y sudorosa, desorientación, irritabilidad y agresividad. Para recuperarse, lo primero es comer alguna clase de azúcar, un dulce, zumo de frutas o un refresco y cuando el afectado se encuentre mejor, que tome una buena comida con carbohidratos para estabilizar sus niveles de azúcar.
– No olvidéis llevar una pulsera o collar con la identificación de diabético, aunque estéis en familia, en algún momento podéis separaros.
Y lo más importante, ¡disfrutad a tope vuestro viaje!
Visto en: netglobers.es
Filtros
Categorías
Colaboraciones
Podéis comenzar a organizar vuestro viaje desde aquí:
Deja una respuesta