Una Blanca Navidad en una Casita Rural

Si tenéis unos días de vacaciones coincidiendo con las vacaciones escolares de vuestros hijos os propongo un plan para disfrutar de unos bonitos días de fiesta: rodeados de naturaleza, en una casita tradicional de pueblo, al calorcito de la chimenea, esquiando o realizando paseos por el monte en la mañana y disfrutando en la tarde de unas castañas asadas y juegos de mesa en familia. ¿Os apetece el plan?

En internet podréis encontrar facilmente buscadores de casas rurales, algunos de nuestros favoritos son Club Rural, VRBO, Casas Rurales y Escapada Rural los 4 cuentan con un montón de casas,  hoteles rurales y permiten alquiler íntegro o por habitaciones.  Sus buscadores dan la posibilidad de filtrar desde casas para ir con niños hasta aquellas que permiten llevar mascotas (también son parte de la familia), las que tienen jacuzzi, piscina, acceso a internet, jardín o barbacoa. Además podéis filtrar por precios para encontrar la que se ajusta a la economía de cada familia en prácticamente todas las provincias del territorio nacional. Otro punto importante es que todas ellas muestran comentarios de otras personas que se han alojado anteriormente y dan su opinión, a mí me encanta leer otras opiniones pero siempre teniendo cierto criterio, sé que hay personas mucho más críticas que yo y se quejan de encontrar un pelo en el sofá (cosa que mí me parece insignificante) y otras opiniones exageradamente positivas en las que parece que las escribe el propietario.  En estas webs también podéis leer actividades para hacer por la zona, que siempre viene bien conocer pues en ocasiones son actividades locales que no salen en las guías.

Una escapada a una casita rural es una buena forma de pasar unos días en familia, descansando del bullicio de la ciudad en contacto con la naturaleza. Otra cosa que me encanta de este tipo de escapadas es adquirir algún buen producto artesanal como miel, quesos, vinos… Seguro que los dueños de la casa a la que vayáis o sus vecinos saben buenos lugares para recomendaros estas compras, a veces hasta los elaboran ellos mismos. Personalmente, en los meses de invierno prefiero los destinos de montaña, si tenéis suerte y nieva la diversión con los peques está asegurada: guerras de bolas de nieve, hacer un muñeco o deslizarse en trineo por una buena ladera, no hay nada más emocionante que despertarse y ver que ha nevado para que empiece el jolgorio. Y al volver de todo un día en la nieve lo mejor es un chocolate calentito con bizcochos mientras fuera vuelve a nevar. ¡Con una estampa así dan ganas hasta de apagar la tele y los móviles!

Ah y no os preocupéis, Papá Noel o los Reyes sabrán cómo llegar a vuestra casita rural.