Ya ha comenzado la temporada de otoño en el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid. Es un excelente plan de domingo en familia para aquellos que buscáis siempre algo nuevo que hacer con los niños en la ciudad.
Nosotros ya habíamos estado cuando nuestra hija era muy pequeñita (se puede ir tranquilamente con carrito) y volvimos a ir el domingo pasado con los niños algo más crecidos (2 y 5 años), Indira incluso tenía sus preferencias entre los caballos a los que apostar.
Y es que no hace falta ser un experto para pasarlo bien en el hipódromo. Es más divertido si haces alguna apuesta (puedes apostar desde 1€) porque así vives la carrera con más intensidad, gritando el nombre de tu caballo en toda la recta final. ¡Y los niños animando contigo claro!
En el hipódromo hay un mostrador donde te explican las diferentes formas de apostar (colocado, trío, doble, gemela…). Yo debo confesar que no tengo ni pajolera idea, soy de las que leyendo los nombres de los caballos me quedo prendada de alguno y por ese van mis apuestas. Los expertos revisan la trayectoria del caballo, del jockey, cuál es su cajón, los competidores… Puedes mirar en las pantallas cuál es el caballo favorito y seguir las apuestas de los expertos o hacer como yo, que me lancé a por uno por el que las apuestas estaban muy bajas ¡y resulta que ganó! Me llevé a casa 130 euritos por una apuesta de 5€. Por si os lo preguntáis, el caballo se llamaba Sheriff, con este nombre lo que no entiendo es cómo no había más apuestas por él.
Como tuvimos la suerte de hacer la primera parte de nuestra visita al hipódromo guiada, me interesé por un montón de cuestiones. Entre ellas la vida deportiva de los caballos. Empiezan a competir a los 2 años y pueden estar compitiendo hasta los 6 o 7 incluso más. Después se retiran y su dueño decide qué hacer con él. A veces van a centros de hípica para que los sigan montando pero ya sin competir, otras veces se quedan en fincas privadas o si han sido excelentes competidores se destinan a cría. En cualquier caso tienen una buena jubilación.
Y entre carrera y carrera también hay otras cosas para hacer en el hipódromo. Si llega la hora de comer, allí hay unos foodtrack muy molones donde pedir algo y tomártelo tranquilamente en una amplia praderita con mesas y sillas. Tienen un pequeño mercadillo de moda y complementos y para los niños hay 3 castillos hinchables, separados por tramos de edad, talleres y paseos en poni para que pongan a prueba sus habilidades como futuros jockeys. Suele haber bastante cola, así que si os interesa el poni id prontito.
Nuestros hijos lo pasaron muy bien, es una actividad que no conocían y les gustó mucho (y además nos fuimos con buen sabor de boca por el premio). Si apostáis hacedlo con responsabilidad, que sea un juego, pensad que estáis dando ejemplo a vuestros hijos. Y si ganáis, es el momento de retirarse de las apuestas para irse a casa con una sonrisa en la cara.
- Datos prácticos:
- En precio de la entrada al Hipódromo de la Zarzuela es de 5€, gratis para los menores de 18 años acompañados de un adulto.
- El precio mínimo de las apuesta es 1€
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