Desde muy pequeñita tuve perro en casa. Crecer al lado de esta perrita me enseñó a respetar y amar a los animales, creo que mi pasión por los animales me llegó incluso antes que la de los viajes, aunque en ambas contribuyeron de buena forma mis padres. La crianza de niños con animales domésticos en casa me parece una forma fantástica de que los peques conozcan el mundo animal y aprendan desde pequeñitos el respeto y la responsabilidad que tener una mascota requiere. Y esta responsabilidad está más presente que nunca en la época de vacaciones, donde lamentablemente vemos más volumen de abandonos y las protectoras acaban desbordadas y sin espacio donde acoger a tanto animal.

A la hora de empezar a preparar las vacaciones o cualquier viaje también hay que pensar qué haremos con el perro, gato, hámster o el animal que tengáis. Os propongo las mejores opciones y las que yo uso habitualmente:
Nosotros tenemos una huroncita llamada Trufa, cuando salimos un fin de semana se suele quedar en casa tranquila, tiene comida y bebida y como no hay que sacarla a pasear como a un perro no hay mayor problema. Si salimos durante más tiempo por España nuestra primera opción suele ser venir con nosotros en su jaulita de viaje. Normalmente aceptan hurones en todos aquellos lugares donde aceptan perro, que cada vez son más. En Viajacontumascota.com cada día publican en su Facebook un par de nuevos alojamientos que aceptan perros. Para los dueños de gatos creo que está un poquito más complicado. En algunos buscadores de casas rurales y apartamentos puedes poner como filtro que acepten animales y últimamente también he visto hoteles en los que tienen habitaciones especiales para los que viajan con mascotas, como los Petit Palace.
Nuestra segunda opción es dejársela a algún familiar, normalmente los abuelos de Indira (mis padres). Esto es lo que se ha hecho toda la vida. Nosotros dejábamos a aquella perrita con la que yo crecí con mis abuelos mientras estábamos fuera. Nos parece la mejor opción cuando salimos fuera de España, pues los viajes son muy largos para los animales y que viajen separados de nosotros en avión a mí me da un poquito de miedo, por no hablar del estrés que pasa el animal y de los problemas que te puedes encontrar en las fronteras aunque los animales tengan todas sus vacunas al día. Igual que nosotros dejamos a Trufa, otras veces nos ha tocado quedarnos con el perro que tenían mis padres o el de mi hermana. Una vez nos juntamos en casa con nuestros dos hurones (antes teníamos dos) y los dos perros. ¡Menudo follón! Pero fue muy divertido y los que están de viaje saben que dejan a sus bichos en buenas manos.
Así este año hemos dejado a Trufa con los abuelos, que en unos días se irán a la playa, y nosotros nos pasaremos a por ella (y a ver a los abuelos, claro) unos días antes de volver a casa.
La tercera opción y que siempre da más miedo es dejar a tu mascota en una residencia de animales. Las hay muy buenas, pero también hay algunas que dejan mucho que desear. Os recomiendo que las visitéis antes de dejar a vuestros animales, os quedaréis más tranquilos. Y que incluyáis este coste en el presupuesto de las vacaciones, porque a veces sube la factura global. Nosotros no hemos tenido que recurrir a esta opción, aunque si se da el caso tenemos un par de residencias especialistas en hurones ya fichadas.
Otras mascota como peces, pájaros y pequeños roedores son más fáciles de compaginar con las vacaciones, pues siempre puedes encontrar a alguien que venga a casa cada pocos días a ver que están bien y ponerles comida y agua, incluso hay comederos automáticos para los peces, o puedes llevar la jaulita a casa de un familiar o amigo, ya que requieren pocos cuidados.
Nosotros tenemos la suerte de que en nuestra familia siempre hay alguien dispuesto a quedarse con los animales de los demás cuando no nos los podemos llevar y así disfrutar de unas buenas vacaciones mientras nuestra mascota nos espera bien cuidada a la vuelta. ¿Y vosotros qué hacéis con vuestros animales cuando os vais de viaje?
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Podéis comenzar a organizar vuestro viaje desde aquí:
¡¡qué razón tienes!!. Nosotros tenemos un conejo, Elvis, y ya estamos pidiendo ayuda a los padres y hermanos, aunque mis hijas quieren llevárselo ¡¡¡con lo que abulta su jaula!!
Seguro que encontráis a alguien que se pueda quedar con Elvis, pero si al final le hacéis hueco tus hijas se irán la mar de contentas. Ojito con el calor del coche o con el chorro de aire acondicionado. Pasarlo bien familia!