Hace tiempo que me ronda la idea de hacer un intercambio de casa para las vacaciones. Si alguno ha visto la película The Holiday sabrá de lo que hablo y por lo bien que les salió a los personales de la película seguro que le apetece probar. Para aquellos que no la habéis visto y os estáis preguntando ¿cómo que un intercambio de casas? os cuento que existe desde hace tiempo una red internacional de intercambio de hogares, que funciona a las mil maravillas: HomeExchange.com . Es una opción excelente para viajar con niños, pues cuentas con las comodidades de un auténtico hogar (aunque no sea el tuyo), mucho mejor que un apartamento, y sale a coste cero, lo que nos concede un importante ahorro en el viaje. Además nos permite la experiencia de vivir como un auténtico local y quién sabe, quizás nos guste tanto la vivienda intercambiada que después nos tengamos que cambiar de país y mudar al mismo barrio.
En los últimos tiempos me he encontrado con distintas personas que han hecho intercambios y siempre han sido muy satisfactorios, sin embargo aquellos que aún no lo hemos probado nos mostramos un poco reticentes a la idea de prestar nuestra casa a un desconocido, sin saber si la va a cuidar o no y tenemos algunas dudas. Por eso le he pedido a Roser Goula, escritora de viajes a la que sigo desde hace tiempo en sempreviaggiando.com, que nos hable de su experiencia, ya que ella ha intercambiado su hogar de Barcelona en 4 ocasiones. Su predilección por esta forma de viajar le ha llevado a trabajar para la propia web de IntercambioCasas.com como Comunity Manager, así que vamos a aprovechar y pedirle también que nos informe de cómo funciona desde dentro esta red, las garantías que nos da y a ver si así se nos quitan los miedos y nos animamos a probarlo.
Hola Roser. Me pica la curiosidad por saber cómo te embarcaste en esta aventura de intercambiar tu casa y cuál fue tu primera experiencia.
Fue en verano del año pasado. Habíamos estado mirando opciones para viajar de una forma económica; nos apetecía mucho ir un par de semanas a la Toscana. Necesitábamos más que nunca unas buenas vacaciones pero el presupuesto no daba para mucho, la verdad. Había oído hablar del tema de los intercambios de casa y, como siempre he viajado mezclándome con gente del país, me pareció el momento ideal para probarlo. Convencí a mi pareja y comenté la idea a mis padres que no dudaron en unirse al plan. Estaba decidido: ¡ese verano cambiábamos nuestro piso en Barcelona por una casa en Italia! Pronto vimos que nos habíamos decidido un pelín tarde (mayo) y que muchas familias ya tenían su intercambio veraniego apalabrado; por eso, tuvimos que cambiar nuestra opción de la Toscana por cualquier destino del norte de Italia. Un par de semanas después, teníamos la confirmación de la familia Bozzoni, del Lago di Garda, que quería intercambiar con nosotros. ¡Bingo! A partir de allí, todo fue tremendamente fácil. Pasamos 15 días en una casita del Lago di Garda, rodeados de viñedos y con una muy agradable piscina. Ese fue nuestro campamento base para explorar todo el norte de Italia. Nos despertábamos pronto y salíamos a visitar ciudades próximas: Milán, Venecia, Verona, Mantua… Comíamos fuera pero cenábamos en casa, tras un chapuzón y un poco de relax en el jardín. Durante la estancia, hablamos un par de veces con los Bozzoni, que también lo estaban pasando en grande en Barcelona (aunque nosotros no tenemos piscina). Todo fue muy fácil y agradable.
Quién lo prueba repite, ¿no?, ¿cómo te fue en las otras ocasiones?
Sin duda, repetimos… ¡y varias veces más! A nosotros nos gusta mucho ir a nuestro aire y salir del circuito turístico habitual para mezclarnos con la gente del país. Seguramente por eso, nos gustó tanto la idea de intercambiar casas. Un año después, ya hemos realizado tres intercambios más: Aviñón en fin de año, Eslovenia este verano y pronto nos vamos a La Rioja. Los tres han ido muy bien e incluso mantenemos el contacto con una de las familias, con la que hicimos realmente muy buenas migas. Para nosotros es una opción ideal para viajar sintiéndonos como en casa y ahorrar en alojamiento y comidas.
Vale, ya nos ha entrado el gusanillo. ¿nos podrías contar brevemente cómo funciona un intercambio y los pasos que hay que seguir?
Una vez nos hemos dado de alta en IntercambioCasas.com podemos contactar con las familias de cualquier lugar del mundo para proponerles un intercambio. Hay la posibilidad de filtrar por familias que hayan marcado que quieren realizar un intercambio con España o con Barcelona específicamente. Cuando una familia se interesa por aceptar el intercambio, habitualmente nos enviamos algunos emails más para conocernos mejor, confirmar qué fechas van mejor a ambas familias o resolver dudas. Lo más habitual también es firmar un acuerdo de intercambio en el que se especifican las normas de la casa. Luego, el día del intercambio de llaves, cada uno se organiza como quiere. En nuestro caso, nos gusta mucho esperar a la familia en nuestra casa para conocerles, darles la bienvenida y explicarles cómo funcionan las cosas en el piso. Así, nos «desvirtualizamos» y te vas más tranquilo. Si no es posible por falta de tiempo (como nos pasó con el intercambio con la familia de La Rioja) siempre está bien tener a alguien de confianza (en nuestro caso, mi cuñado) para que vaya a recibirles en casa. Al final del intercambio, lo más habitual es dejar las llaves en casa de un vecino o en algún lugar escondido de la casa.
Tú vives en Barcelona, que es bastante turístico, ¿pero qué pasa con las casas en lugares poco turísticos, o pisos alejados del centro de la ciudad? ¿Es difícil encontrar alguien a quien interese estas viviendas?
¡Qué va! Es cierto que por vivir en el centro de Barcelona recibimos muchísimas peticiones (a la mayoría de las cuales lamentablemente tenemos que decir que no por falta de tiempo), pero lo cierto es que conozco gente que vive en zonas rurales que no tiene ningún problema en conseguir intercambios. Muchas de las familias que realizan intercambios viajan con niños pequeños y buscan precisamente casas con jardín o espacios para moverse, buscando relax y excursiones tranquilas. Precisamente, ese es el caso de mi prima, que vive en Olot (28 mil habitantes, en la provincia de Girona). Me llamó en primavera para preguntarme cómo podía encontrar una familia que quisiera intercambiar casa con ellos. Le dije que no se preocupara, que no tendría ningún problema. En dos semanas encontraron no uno, sino dos intercambios para el verano: diez días en París y una semana en Le Perigueux (interior de Francia). Lo que ella veía como inconveniente (lejos de Barcelona), las familias de intercambio lo vieron como una auténtica oportunidad: una casa con jardín y piscina, rodeada de pueblos con encanto, a 1h de Girona, a una hora y media de Barcelona y cerca de la Costa Brava. ¡Afortunadamente, hay gente para todo! Lo más fácil es entrar la oferta de nuestra casa y comprobar cómo van llegando ofertas de cualquier parte del mundo.
Muchas personas no tienen fechas de vacaciones demasiado flexibles y quizás pueda ser un impedimento. ¿Te resultó difícil cuadrar las fechas para el intercambio?
La verdad es que la mayoría de intercambios se realizan en verano, cuando más gente tiene vacaciones. Al menos, esos son los intercambios más largos (2 semanas lo más habitual). Durante el resto del año hemos ido recibiendo peticiones para los puentes, para Navidades, Semana Santa… Sobre todo a ciudades europeas que tienen vacaciones similares a las de España. Mi recomendación es que se especifiquen las fechas disponibles/preferibles para viajar en el perfil de usuario y que, en el email de petición de intercambio que enviamos a las familias, se indiquen las fechas que nos convendrían.
Por propia experiencia, he visto que los intercambios en verano (sobre todo julio y agosto) son muy fáciles de conseguir. Pero también os diré que el intercambio con Aviñón lo hicimos last-minute total, ¡con sólo 4 días de antelación! Enviamos varios emails a distintas familias de la región y tuvimos la suerte de encontrar una familia que todavía tenía vacaciones y estaban enamorados de Barcelona. Así que cogimos el coche y dimos la bienvenida al 2012 desde la Provenza francesa.
Por ahora las fechas no han sido un gran problema, es fácil llegar a un acuerdo, sobre todo si tienes opción de intercambio no-simultáneo. Me explico: habitualmente los intercambios son simultáneos, pero si dispones de segunda residencia puedes dejar que se aloje la familia de intercambio cuando les vaya bien y tú ir cuando tengas vacaciones. Así lo hemos hecho nosotros este año para los intercambios de Eslovenia y La Rioja. Vimos que eran buenas oportunidades aunque para nosotros un intercambio no-simultáneo signifique que tenemos que «mudarnos» temporalmente a casa de mis padres, ya que no disponemos de segunda residencia. ¡Todo sea por viajar mejor!
Actualmente, desde hace apenas unos meses, tanto mi pareja como yo somos freelances y trabajamos desde casa, así que ahora nos viene una gran oportunidad para viajar a cualquier lugar del mundo. Cada día pienso en lo estupendo que sería trabajar una semana desde Nueva York o desde el Caribe…
¿Cómo te encontraste tu casa a la vuelta? ¿No te daba miedo encontrártela con desperfectos o algún robo?
Esa es una duda habitual para las primeras veces de intercambio y algo que mis amigos me preguntan cuando les cuento mis experiencias. Es cierto que siempre queda una pequeña duda de cómo estarán tratando nuestra casa, pero no olvidemos que nosotros también estamos en otra casa de intercambio y esa familia pueden estar pensando lo mismo de nosotros. El intercambio de casas se basa en el sencillo concepto de que yo estoy en tu casa mientras tú estás en la mía, por eso se trata de una relación de respeto mutuo. Estás de invitado en casa de otra familia y por eso tratas las cosas con cuidado; igual que la otra familia que está en nuestra casa. Hasta el momento, no hemos tenido ningún problema en los 4 intercambios realizados (¡y que dure!) y en los 20 años de HomeExchange (la versión internacional de IntercambioCasas.com) no se conocen problemas por robos o desperfectos graves (eso sí, siempre se nos puede romper algún plato – como estando en nuestra propia casa). Como en todas las comunidades de viajeros, es importante también el «feeling» que nos transmite la familia con quien vayamos a hacer el intercambio (ver las fotos del perfil, sus descripciones, leer las experiencias pasadas con otras familias…) y, como he comentado antes, firmar un acuerdo de intercambio para mayor seguridad.
¿Es difícil encontrar casa para algún destino muy concreto? ¿Tienes que estar muy abierto a la oferta que hay?
No te sabría decir, pero por mi experiencia aconsejo o bien buscar intercambio con mucha antelación (Eslovenia lo buscamos seis meses antes) o bien estar abierto a una región amplia. Como ejemplo claro, encontrar un intercambio en la Toscana nos resultó imposible sólo con dos meses de antelación. Y de hecho es uno de nuestros próximos objetivos. Posiblemente a principios del año que viene ya empezaremos a contactar con familias de la Toscana para encontrar un buen intercambio para el verano. Para el resto del año, vamos viendo también muy abiertos a los destinos que nos ofrecen. Pero con 150 países de todo el mundo y más de cuarenta mil casas dadas de alta, es difícil no encontrar un intercambio que nos convenga.
¿Es cierto que hay gente que también se presta el coche, bicis, etc con el intercambio?
¡Sí, totalmente! Y aunque yo todavía no he intercambiado coche, creo que es una buena opción si viajas a algún destino lejano (Escandinavia, Irlanda, destinos transoceánicos…). Eso sí, ahí entramos en temas de seguros y de confianza máxima en la familia con quien haces el intercambio.
Sin embargo, las bicis y los juguetes son habituales en los intercambios entre familias con niños. Así, no hace falta llevarnos tantos trastos para el viaje y los niños disfrutan mucho más que si están encerrados en un hotel. La semana pasada leí el anuncio de una familia de Oslo que incluso ofrecía poder utilizar su barquita para recorrer el fiordo de Oslo, ¿no me digáis que no resulta apetecible?
¿Hay que tomar algún tipo de medidas como vaciar los armarios para dejar hueco a los huéspedes, guardar objetos de valor, vaciar despensa y otras cosas por el estilo?
Hay que dejar espacio para que la otra familia se pueda «instalar» y estar a gusto, pero no hace falta esconder cosas o vaciar completamente los armarios. Con un par de cajones y espacio para colgar es suficiente. En cuanto a la comida, cada familia se paga sus compras de comida y limpieza de la casa. Aunque, eso sí, resulta muy práctico poder utilizar las sartenes, platos y utensilios de la cocina, incluso algo de sal o condimentos. Es muy recomendable recibir a la familia con algún regalo especial de la zona: una botella de vino o alguna «delicatessen» para que las prueben. Es una manera hospitalaria de darles la bienvenida. También es común dejarles información sobre la zona, recomendaciones de restaurantes cercanos, lugares con encanto… Como una pequeña guía turística local sobre lo que no deben perderse de la zona. En cuanto a los objetos de valor, siempre es mejor no dejarlos a la vista (o incluso llevarlos contigo, si lo prefieres). Pero las fotos, algunos objetos de decoración o las plantas dan un toque personal a cada casa y llegas a sentirte un poco más como en casa. La estancia es más cálida que estar en un hotel.
Como viajera, ¿qué ventajas encuentras en usar este tipo de alojamiento, aparte obviamente del ahorro económico?
Primero, recalcar, como bien dices, el ahorro económico que no sólo es en el alojamiento sino también en comidas; me encanta poder comer en casa ya que así no estás obligado a comer siempre fuera y puedes cocinar a tu gusto, algo que siempre apetece cuando llevas unos días fuera de casa. También, para mí, es importante tener un espacio personal propio en el que pueda pasar varias horas y sentirme como en casa; ¡sentarte en el sofá es fantástico tras un largo día de turismo! En un día de lluvia, puedes cambiar los planes y quedarte en casa y aprovechar para poner una lavadora o jugar a la consola, sin que se te vengan las paredes encima como pasaría en un hotel. Aunque creo que las ventajas más obvias son para las familias con niños: mi prima ha venido encantada. Esto de tener espacio para que los niños jueguen y se muevan, y poder hacer «vida normal» aun estando a cientos o miles de kilómetros de casa, no tiene precio para muchas familias.
Y como profesional de intercambiocasas.com, cuéntanos ¿cuáles suelen ser las ciudades españolas más solicitadas por los extranjeros para un intercambio?
Como es de esperar Barcelona, Madrid y Baleares se llevan la palma. Sólo en Cataluña hay más de 600 ofertas de intercambios, la mayoría en Barcelona y alrededores, pero también bastantes en las provincias de Girona y Tarragona. En cuanto a Madrid, no sólo es el centro ciudad, sino que también en localidades próximas que ofrecen la posibilidad de escaparse del barullo de la ciudad estando igualmente cerca para visitarla en algún momento. España y, sobre todo, la zona de la costa, es sin duda uno de los destinos más solicitados por los extranjeros. ¡Hay que aprovechar la oportunidad para viajar a cualquier lugar del mundo!
¿Qué servicio y garantías da la red HomeExchange.com?
Hay varias web de intercambios de casa en el mercado español pero IntercambioCasas.com es actualmente la mayor red de intercambios. Para mí, cuando busqué intercambios a Italia, fue muy importante buscarlo con la web líder para planificar mis vacaciones. La gran oferta en todas partes del mundo hace que sea la mayor garantía para encontrar un intercambio. Estamos tan seguros que encontrarás el intercambio que buscas que, si no lo encuentras, te regalamos la suscripción del segundo año. HomeExchange.com, ya cuenta con 20 años de experiencia.
Por otro lado, creo que es importante recalcar que a pesar de que el intercambio se hace entre las propias familias, HomeExchange te asegura una total confidencialidad frente a los demás usuarios. Cuando nos damos de alta, no aparece en ningún lado nuestra dirección, teléfono o email. El contacto se establece de forma interna a través de la web para garantizar la privacidad de los datos.
Muchas gracias Roser por contarnos tu experiencia, estoy segura de que a muchos nos has abierto todo un mundo de posibilidades y a otros nos has puesto la zanahoria para empezar a planear las próximas vacaciones con esta forma de alojamiento.
Filtros
Categorías
Colaboraciones
Podéis comenzar a organizar vuestro viaje desde aquí:
Gracias Ester! 🙂 Espero que mis experiencias sirvan para animar a más viajeros (incluyéndote) a unirse al intercambio de casas. A nosotros nos ha cambiado la forma de ver y organizar los viajes. ¡Un abrazo!
Gracias a ti Roser, seguro que son muchos los que se animan. Yo no creo que tarde en probarlo!
Un articulo muy interesante. Incluso para los que no tenemos niños siempre es bueno contact con alternativas baratas para viajar. Gracias por la información
Gracias, además del ahorro, es una forma distinta de viajar, de vivir el destino como un local y no un turista!
Gracias por compartir tu experiencia, para quienes no se animaron les cuento:
Reglas Oro del intercambio
Honestidad: Facilitar la información real y objetiva de la vivienda.
Dejar la casa limpia y ordenada.
Dejar espacio en armarios, así como ropa de hogar para los huéspedes.
Guía general de la casa: Instrucciones de uso de electrodomésticos, calefacción, aire acondicionado, alarmas, piscina, etc..
Recibir a los huéspedes a su llegada, por ejemplo un vecino, familiar o amigo.
Dejar algún alimento para una primera comida.
Un buen detalle de bienvenida siempre se agradece.
Ser respetuoso con las cosas, con los vecinos y las costumbres del lugar.
Indicar los números de teléfono de contacto en casos de imprevistos, médico, fontanero, hospital, bomberos, policía, cerrajero, etc.
Datos de contacto de persona de confianza en caso de necesidad.
Disponer de información sobre lugares de interés de la zona, mapas, folletos, restaurantes, medios de transporte, etc.
Al terminar la estancia, dejar la casa en condiciones adecuadas.
Hola Lorena, gracias por compartir esta información, es muy práctica y seguro que alguno más se anima a hacer un intercambio de casas. Un saludo