¿Conocéis la leyenda de los fameliars? Cuentan que en la isla de Ibiza existen unos pequeños seres feos y delgaduchos parecidos a unos duendecillos llamados los fameliars. Estos seres pueden hacer cualquier trabajo muy bien y de forma rápida, pero ojo, que cuando lo acaban si no tienen nada que hacer y se aburren empiezan a pedir comida o trabajo, comida o trabajo… Y si no les das trabajo vacían tu despensa en un periquete.
Si queréis atrapar un fameliar, tendréis que ir en la Noche de San Juan bajo el puente viejo del río de Santa Eulalia. A media noche aparece una flor brillante que tendréis que coger y meter en una botella con agua bendita. Al cabo del tiempo aparecerá un fameliar pidiéndoos comida o trabajo, comida o trabajo, y más vale que se lo deis porque son unos diablillos que no paran quietos haciendo mil travesuras cuando no tienen quehaceres o ya han acabado con todos vuestros víveres.
Santa Eulalia es la población más familiar de Ibiza y es el lugar donde se centra la mitología de los fameliars. Aunque no hace falta ir en la noche de San Juan para encontrarse con un fameliar. En la plaza del ayuntamiento, en un pasadizo subterráneo se encuentran un montón de esculturas de estos duendecillos, fue aquí conocimos su curiosa historia. En otros lugares de la población también podréis encontraros algún fameliar despistado.
Un paseo muy bonito con los peques es recorrer la Ruta del Río, desde el ayuntamiento, pasando por el puente viejo donde buscar a los fameliars, hasta el Puig de Missa. El camino está señalizado e incluso hay un audioguía perfecta para que conozcáis todos los detalles de este paseo y la importancia del río en la población.
En este recorrido pasaréis por el Molí de Dalt o Molino de Can Planetes, una casa tradicional payesa con un molino de agua convertido en Centro de Interpretación del Río. En su interior hay 3 espacios: en uno está el antiguo molino, en otro se explica con fotos la evolución de la casa a partir del molino y en el último los valores naturales del entorno relacionados con la casa y el molino. ¡Y sorpresa, mirad lo que nos encontramos en una botella!
El camino termina en el Puig de Missa en lo alto de una colina. Es un mirador desde el que contemplar toda la zona del río y donde se encuentra una preciosa iglesia de un blanco resplandeciente con el mismo nombre. Si el camino se hace muy largo para los peques también podéis subir en coche porque bien merece una visita.
No podemos hablar de Santa Eulalia sin mencionar sus playas. El municipio cuenta con 46 km de costa y playas de todo tipo, todas ellas con un agua cristalina. La principal es la playa de Santa Eulalia, justo en medio del pueblo con un concurrido paseo marítimo y un montón de servicios que la hacen muy cómoda: aparcamiento, duchas, socorristas, sombrillas y hamacas e incluso sillas anfibias y ayuda para personas con movilidad reducida. Además, es una playa sin humos. Esto quiere decir que no se permite fumar en la playa y que no encontraremos las odiadas colillas entre la arena, una auténtica maravilla para los que removemos la tierra de la orilla con nuestros peques para construir castillos y enterrarnos en ella. Otra playa que nos encanta es Cala Boix, la única de arena negra de la isla con un bonito paisaje montañoso a sus lados. Las dos las tenemos entre nuestras 10 Playas favoritas de Ibiza.
Otros lugares para visitar con peques en Santa Eulalia son sus populares mercadillos, que ya cuentan con más de 4 décadas a sus espaldas: el Hippy Market de Es Canar, que se celebra los miércoles de abril a octubre. Tiene alrededor de 500 puestos de artesanía, moda, complementos, cosmética natural, productos gastronómicos, decoración y un montón de cosas más. Aunque mi favorito es Las Dalias, que se realiza los sábados. Es más pequeño pero igualmente tiene artesanía, hay música (a veces en directo) y restaurantes o puestos donde tomar algo. En los dos encuentras artesanía muy original, y algún buen recuerdo que llevarte de Ibiza.
Dónde comer en Santa Eulalia
Si queréis comer bien en Santa Eulalia con vuestros hijos os recomendamos el Celler Can Pere un restaurante con más de 50 años de trayectoria donde probar excelente pescado y marisco frescos o buenos asados. Tiene decoración tradicional y un ambiente muy familiar.
Si estáis visitando Las Dalias, podéis acercaros a comer unas tapas al Bar Anita (Can Anneta), su especialidad son los montaditos y un estupendo licor de hierbas ibicencas que hacen ellos mismos. Es un lugar con mucha historia, era la oficina de correos antaño y el punto de encuentro de hippies residentes y turistas, hoy en día conserva sus buzones y tiene exposiciones de artes en sus paredes.
Para disfrutar de una cocina creativa acercaros a Sal i Reim. Tienen un montón de tapas variadas y originales con panes de colores, nuestros peques alucinaron, además de hamburguesas de autor y platos saludables. Su selección de vinos es una maravilla, lo mejorcito de cada uva.
Otro lugar que conocimos en la última visita a la isla es la Finca Can Muson un lugar perfecto para ir a tomar un desayuno o merienda, tienen estupendas tartas caseras y zumo de frutas recién hecho. Aquí también podéis hacer la compra, tienen fruta y verdura ecológica de su propio huerto, además de panes, butifarra y quesos. Es un buen lugar para ir a pasar la tarde, visitar la finca y participar en sus actividades y talleres para niños. A nosotros nos encantó esta finca y seguro que volveremos en nuestra próxima escapada a Ibiza.
Ya veis que en Santa Eulalia tendréis un montón de cosas para hacer en familia además de buscar un fameliar en la noche de San Juan. Si todavía os habéis quedado con ganas más actividades y visitas con niños podéis echadle un vistazo a la web de visitSantaEulalia.com , ¡un destino que engancha, quedáis avisados!
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