Escocia 12 años después

Entre estas dos fotos han pasado 12 años. Hace ya más de una década pasé un año de mi vida viviendo en Escocia, en Edimburgo. Es una ciudad que recuerdo con un cariño especial, no sólo por las aventuras allí vividas cuando era más jovencita sino por el encanto que desprende esta ciudad de aire medieval y melodía de gaitas. Muchas veces desde entonces he querido regresar de visita, pero no he encontrado el momento ideal hasta ahora, que me dispongo a ser la sherpa de mi familia en una bonita expedición a estas tierras que me acogieron tanto tiempo atrás.

 
Mucho ha cambiado mi situación en este tiempo, ahora viajo con mis dos pequeños, mi marido y a este viaje se han unido mis padres, que quieren descubrir los parajes de los que les hablé en mi juventud. Y aunque ya no soy la misma que 12 años atrás seguro que voy a vivir este viaje con la misma pasión que entonces. Ya estoy deseando encontrarme con estas tierras de geografía gaélica, con sus glens (valles), sus bens (montes), sus lochs (lagos) y sus hairy coos (vacas peludas).

Imagino que en todo este tiempo el país también habrá cambiado. Espero que todavía mantenga esos paisajes sobrecogedores salpicados de históricas batallas contra los ingleses, sus carreteras de un solo carril con apartaderos donde no sabes muy bien cuando te cruzas con otro a quién le toca parar y a qué lado, el cañonazo que lanzan a la una en punto desde el Castillo de Edimburgo, el misterio que rodea al lago Ness que te hace no apartar la vista de la superficie del agua aunque seas agnóstico en monstruos marinos y sus pueblos donde sólo parecen habitar 4 ovejas y 2 vacas, pero sobre todo espero encontrar su esencia y sus amables pobladores.

 
En nuestro periplo por tierras escocesas tenemos pensado pasar unos días en Edimburgo y comenzar un tour circular en las Highlands que pase por Inverness, la Isla de Skye, Fort William y Glasgow. Trataremos de encontrar a Nessie, esperemos que a Indira no le dé miedo, visitaremos castillos, conoceremos a los héroes nacionales William Wallace y Rob Roy, probaremos el scotish breakfast, descubriremos cómo se destila el whisky (con cata sólo para los papás, ¡eh!) y veremos muchos animales autóctonos. En total serán 9 días de inmersión escocesa total, no es un largo viaje pero esperamos que sí muy intenso.

A lo largo de esta ruta hemos seleccionado distintos tipos de alojamientos para conocer varias de las opciones que ofrece esta región. Dormiremos incluso en un castillo. Y conociendo la historia del país no sé yo si no habrá algún fantasma que nos dé un sustillo en mitad de la noche. Espero que no me toque despertarme a dar algún bibe de madrugada.

 
Ya estamos las tres generaciones de Gulliver con las maletas en la puerta y la emoción del día antes del viaje. Si queréis seguir nuestras aventuras en las redes (Twitter, Facebook e Instagram) a tiempo real podéis hacerlo a través de #GulliverInScotland ¡Nos vemos a la vuelta!