5 Planes en Marrakech con niños

¿Os imagináis una escapada a 2 horitas de la península, pero cambiando totalmente de aires, de continente y de cultura?

Aunque no es su capital, Marrakech es la ciudad más turística de Marruecos, un país lleno de tradiciones y de historia, donde disfrutar de sus paisajes, de sus cultura y de su gastronomía.

Os proponemos comenzar a descubrir  este país con una escapada a Marrakech, una ciudad en la que vuestros peques alucinarán y en la que aunque no lo creáis hay un montón de actividades y tours en Marrakech para hacer en familia. ¿No sabéis por dónde empezar? No os preocupéis que aquí os traemos 5 planes para el disfrute de todos:

Excursión al desierto 

Yo diría que es el mayor atractivo de una escapada a Marrakech, la excursión al desierto. Hay un montón de salidas y tours al desierto desde Marrakech, lo ideal es pasar una noche en el desierto, en un campamento bereber y disfrutar de una experiencia única. ¡Veréis un cielo estrellado como en ninguna otra parte!

Para llegar al campamento recorreréis las dunas a lomos de un camello es una actividad que seguro que a los peques les encanta y visitaréis lugares tan fascinantes como Ouarzazate, Ait Ben Haddou o las Cascadas de Ouzoud.

Callejear por la Medina hasta Jemaa el Fna

Es la ciudad fortificada, centro neurálgico y el alma de Marrakech. La Medina la forman un montón de callejuelas laberínticas en las que vale la pena perderse, callejear sin prisa observando cada detalle y deteniéndose para percibir el intenso aroma de las especias.

Es un lugar más seguro de lo que podáis pensar y a los turistas se les cuida mucho, aunque hay mucha gente y pasan muchas motos, así que ojito con los peques (y con los carteristas). Y la guinda del pastel de la Medina, la plaza de Jemaa el Fna, la más popular de la ciudad donde se juntan encantadores de serpientes con puestos de zumos y de especias. Es curioso como al caer la tarde la plaza se transforma con un montón de puestos de comida que abren bocado para la cena.

Visitar los Jardines de Menara y Majorelle

 Los Jardines Menara datan del siglo XII, se encuentran a las puertas de los montes del Atlas y se trata de un lugar tan popular y tan bonito era el centro de los encuentros amorosos de los sultanes de antaño. Más tarde fue residencia del diseñador Yves Saint Laurent.

Su gran estanque está canalizado y sirve para regar las tierras de cultivo aledañas, con agua que llega desde el deshielo del Atlas.

Podéis continuar la ruta de jardines por los Majorelle, mucho más modernos, de 1922. Fueron construidos por el artista francés del mismo nombre. Os llamará la atención el intenso color azul de sus construcciones, que casi hipnotiza. Está rodeado de plantas exóticas de todo el mundo.

Regatear y comprar en el Zoco

 Los peques alucinan con este lugar entre tiendas y tenderetes que recuerdan a los cuentos de las Mil y una Noches.

Aquí descubriréis cómo trabajan los artesanos y seguro que hasta salís con alguna joyita bajo el brazo. Si buscáis algo tradicional no os perdáis las alfombras, lámparas, especias, té o alfarería. ¡Cuesta pasear por el Zoco sin hacer alguna compra, eso sí, previo regateo!

Dar un paseo en calesa

 Cuando los peques estén cansados de caminar es una forma perfecta de descansar un poco y seguir descubriendo y disfrutando de la ciudad. Podéis recorrer en coche de caballos los principales puntos turísticos para haceros una idea de todo lo que hay por visitar en la ciudad, pasar por la Medina, la Mezquita Koutoubia o podéis pasear por la parte nueva de Marrakech, ¡veréis qué contrastes! Este paseo es especialmente bonito al atardecer.

También podéis llegar en calesa al Palmeral de Marrakech, a los Jardines Majorelle o Menara.

Si he conseguido captar vuestra atención en este post, podéis descubrir cómo es Marruecos en la actualidad y los atractivos para el visitante en su web de Turismo de Marruecos.

¿Quién se anima a una escapadita a Marrakech?