La capital escocesa tiene un encanto especial que atrae a todo tipo de visitantes. Es además una ciudad muy apropiada para visitar con niños, pues las oferta de ocio es muy amplia y los peques no tendrán un segundo de aburrimiento. Aquí un contamos un montón de actividades para hacer con peques en Edimburgo:
1. Recorrer el Castillo
Seas grande o pequeño has de visitar el castillo de Edimburgo, es la atracción principal de la ciudad. A los peques les encanta el cañonazo de las 13h y la gran puerta levadiza de la entrada como en las películas de caballeros. Puedes echarle todo un día a la visita porque hay mucho que ver, como el Museo de Guerra de Escocia o la capilla de Sta Margarita. Podéis alquilar un audioguía en español y así recorrerlo a vuestro ritmo conociendo toda la historia encerrada entre sus murallas.
2. Jugar en los Jardines de Princess Street y sus columpios
Merece la pena mencionar el castillo de columpios que se encuentra a los pies del castillo real, nuestra peque aquí se lo pasó bomba. Otro plan es pasear por los jardines de Princess Street, en verano organizan conciertos y hay un reloj hecho con flores muy sorprendente.
3. Saludar a la oveja Dolly (disecada) en el Museo de Escocia
No pretendáis visitar este museo en un solo día pues sus galerías parecen no tener fin. Hay exposiciones sobre ciencia, medicina, historia, antropología y mucho más. Encontraréis animales extintos, momias egipcias y muchos avances en industria que hoy en día nos parecen reliquias del pasado.
4. Vivir la erupción de un volcán en Our dynamic Earth
Si los chicos están estudiando las formaciones de la tierra, Our dynamic Earth es el lugar perfecto para reforzar sus lecciones. Aquí podrán ver como se originan los movimientos de la tierra, tocar un iceberg o experimentar una tormenta tropical.
5. Hacer un pic nic en Calton Hill y disfrutar de las vistas
Esta colina ofrece un perfecto mirador de toda la ciudad, además hay varios monumentos griegos dispersos en la cima y la torre monumento a Nelson. Hay toda una zona de pradera donde los niños pueden jugar tranquilamente.
6. Descubrir cómo se destila un buen whisky en The Scotch Whisky Experience
Una experiencia muy curiosa para mayores y pequeños. En primer lugar subes a unos barriles que se van moviendo contándote la historia del whisky escocés. Te ponen una película donde te explican las variedades de whisky, mientras la ves tienes que rascar un papelito que desvela los aromas de los que te habla la proyección (ahumado, frutas…). Se visita una gigantesca colección de whisky y por supuesto se acaba con una cata. A los peques les dan Irn Bru, un refresco escocés para que también ellos puedan hacer una cata de un producto nacional.
7. Ver a Bobby Greyfriars y conocer su historia
El perro más fiel de toda la historia que veló la tumba de su amo por 14 años cuenta con una estatua en frente del Museo de Escocia y delante del cementerio, en cuya iglesia se cuenta su historia y venden souvenirs del perrito. Imagino que tocar su nariz es una tradición de los turistas, pues la tiene bastante desgastada.
8. Hacer un castillo de arena o meter los pies en la fría orilla de la playa de Portobello
Esta playa se encuentra a unos 5 km del centro y aunque parece que ha vivido años de mayor plenitud, es agradable disfrutar de la tranquilidad que se respira en su orilla.
9. Tomar un chocolate caliente o un capuccino en Elephant House
¿Qué tiene de especial este café? Pues que es el lugar de nacimiento de las novelas de Harry Potter: quizás el sitio esté cargado de inspiración y desate vuestra vocación artística. Si no, siempre podéis disfrutar con sus pasteles tan apetitosos.
10. Conocer los juguetes con los que jugaban nuestros abuelos en el Museo de la infancia
Ubicado en la Royal Mile, este pequeño museo hace un recorrido por juegos y juguetes del pasado. Muchos niños se sorprenden de la sencillez de algunos juegos o muñecos.
11. Ver patos y cisnes en Holyrood Park
La visita al Palacio de Holyrood estará muy bien para los padres, pero los peques prefieren este amplio parque, con espacio para jugar a la pelota y correr. Además hay un lago con estos animales, aunque no está permitido darles de comer, se suelen acercar bastante a las personas por si pillan algo.
12. Escupir en el corazón de Midlothian como un buen escocés
En la plaza de la catedral de St Giles (que también merece la pena la visita) se encuentra un corazón en el suelo hecho de adoquines como parte del pavimento. Antaño se encontraba aquí una cárcel y justo el corazón era el lugar de las ejecuciones publicas, los escoceses escupen como desprecio a aquella prisión.
13. Entrar dentro de la Camera Obscura y descubrir los principios de la fotografía
Además tiene una zona llamada Mundo de ilusiones donde se mezclan la magia y la fantasía en forma de caleidoscopios gigantes, efectos de luces, hologramas y mucho más. Una visita divertidísima con los peques.
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14. Acariciar a una vaca de las Highlands en la Granja Almond Valley
La Granja Almond Valley se encuentra a las afueras de la ciudad y merece la pena hacer una excursión de un día entero.Podréis conocer y hasta tocar a su animales como estas vacas peludas, conejos, patos y cabras. Además, los peques pueden jugar a ser arqueólogos o saltar en sus fantásticas camas elásticas.
Perderse en el jardín botánico
Comenzó como un jardín donde se cultivaban plantas medicinales y hoy en día tiene representaciones de plantas de todo el planeta con ecosistemas como la selva amazónica o el desierto de Arabia. A los escoceses les encanta pasear por este remanso de paz, por algo será.
Seguro que además de todas estas todavía hay más cosas por hacer por Edimburgo con peques, ¿amplíais la lista?
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